miércoles, 16 de marzo de 2011

Incienso en "Barrio Latino Paris"


Desperté del estado de coma romántico en el que me encontraba, me di cuenta que estaba cayendo mas y mas en lo cursi y decidí parar de escribir hasta que me sintiera de nuevo en mis cabales, creo que he vuelto. Estuve unos días meditando y pensando que podía estar fallando en mi cabeza, que andaba mal en mi, por que de repente me convertí en uno de esos seres poéticos y románticos que hablan como si todo en la vida fuera color de rosas, chocolates, canciones de amor y poemas.

Me di cuenta que ese limbo amoroso en el que estaba no podía ser mas patético ya que estoy soltero y no había una razón aparente por la cual seguir ahí, me cachetee, zangolotee y puff salí de ahí corriendo y sin ánimos de asomarme por ese estado de estupidez aguda. De vuelta en mis acostumbrados cabales me di cuenta que tenia una abstinencia de varios meses, todos esos polvos estaban en mi cabeza y la mano no me bastaba para sacarlos todos, necesitaba volver a la caza, a mis tan extrañadas andanzas. Es todo un proceso volver a estar al corriente del mundo de la caza y de conseguir esos polvos mágicos, esos que después de que lo tiras desaparece y te deja satisfecho y sin la molestia de enviar un mensaje o llamar o si quiera volverse a ver las caras, si estuvo bueno bien y si no pues no se repetirá así que mejor suerte la próxima.

Tenia que empezar por lo básico, acicalarme, volver a conectarme con esa parte que tenia olvidada por culpa de hacerle caso al corazón y pensar con la de arriba, tenia que ponerlo en forma para volver con toda y que su rendimiento fuese tan efectivo como en su época de gloria, estaba determinado a que esos tiempos dorados tenían que volver y mejores.

Estaba casi listo para volver a esas andanzas, me sentía nervioso pues estaba fuera de practica, llame a mis viejas amistades para ponerlos al día y armar la salida en la que volvería a disfrutar de mi soltería. Llego el día en que liberaría a mi cabeza de alguno de esos polvos que la invadían, mi día! salimos al sitio de siempre, no había cambiado mucho excepto por caras nuevas, algunos muy jóvenes para mi gusto pero otros como los necesitaba. Debo decir que tenia nuevo look así que con mis meses de ausencia y el look era prácticamente otra cara nueva en el sitio, las miradas no demoraron en llegar, algunas miradas me llegaban con morbo, otras con curiosidad, otras de envidia, otras de deseo y ganas, otras de yo te conozco pero no me acuerdo me lo habré tirado? otras de sorpresa, una infinidad de miradas llegaban a mi y yo feliz de recibirlas todas, necesitaba aparte de limpiar el armario de polvo, ser el centro de atención. A todas las miradas las aprecie esa noche, pero no a todas les respondí.

Después de las miradas empezaron a llegar las sonrisas, las palabras, los roces de algunos atrevidos, esa noche no me importaba solo quería sentirme otra vez yo y todo eso ayudaba. De repente siento una mirada fija llena de morbo, ansiedad, ganas, una mirada cochina pero a la vez sutil, voltee y era un viejo conocido, sonreí y me acerque para saludarlo desde la primera vez que lo vi me gusto, me lo presentaron y creo que por primera vez en mi vida había lubricado(nunca lo hago). No es de esos de cara linda y cuerpos esculturales que parecen una estatua romana o griega no!, el es bajito, de cuerpo agradable ni muy flaco ni muy gordo, de barba, rapado, piel bronceada, de esos que uno ve y parecen indigentes pero limpios como con un toque de sensualidad masculina. Después de ponernos al día como en dos minutos y quedarnos sonriendo y aun no nos soltábamos la mano después del común apretón de manos, sabía que ese iba a ser mi polvo de la noche, me despedí diciéndole que ya volvía y seguí buscando caras, sintiendo miradas y llegue con mis amigos, después de unos cuantos tragos mas y bailar sin cansarme, decidí volver a donde mi viejo conocido y mi futuro polvo de la noche cuando sentí que alguien me tocaba el hombro, era una aparición, el tipo parecía una estatua del olimpo rapada y con tatuajes, me pregunto que si sabia donde quedaba el baño, tenia acento paisa, lubrique por segunda vez en mi vida, sonreí y le indique la puerta del baño, el me guiño el ojo, como yo estaba fuera de practica no supe que hacer y simplemente me fui a buscar a mi polvo seleccionado de la noche, no lo encontraba, después de una vuelta y media me volví a topar con este espécimen de lo que hace la arepa paisa con frijoles en los hombres y se presento, hablamos un rato de nosotros mismo yo trataba de buscar con la vista a mi polvo cuando me pellizque y me di cuenta que el polvo lo tenia en frente y con acento paisa el otro se convirtió inmediatamente en mi arrocito en bajo. Sonrisas van sonrisas vienen, coqueteo va y coqueteo viene intercambiamos números de celulares para vernos al día siguiente, el se quedaba en la ciudad dos días mas así que había que gestionar rápido, pero no quise terminar lo empezado esa misma noche porque tampoco quería darle el gusto a las malas lenguas de tenerme en sus papilas gustativas de nuevo. (También fui victima de las malas lenguas)

Termino la noche y fue todo un éxito, tenia polvo casi que fijo y un arroz en bajo que solo esperaba un descuido para comerlo, muy bien para una sola noche... al día siguiente tenia la cabeza como un globo por todo el alcohol de la noche anterior, mis amigos estaban igual o peor que yo y cuando de repente entra la llamada del paisa de la noche anterior, me dice que no nos podemos ver que su novio no se le quiere despegar del lado y que ya hizo planes, WTF? Novio? De donde coños salio el novio?. Bueno ese chorizo ya tenia arepa y así no me gustan así que con los ánimos un poco desorientados, gracias al guayabo y al novio aparecido, llame a mi arrocito en bajo, quedamos para vernos en la noche. Llegue al sitio donde quedamos en vernos, había mucha gente, en su mayoría gente medio hippie, el aire que se respiraba era diferente, se podía oler la mariguana en cada esquina combinada con incienso o algo así.

Después de varias vueltas por el sitio, ya que era algo así como una plaza al aire libre en una loma, lo encontré, casi lubrico pero fue falsa alarma, el me dio un abrazo y me dijo que fuéramos a su casa... Íbamos caminando por las calles empinadas de aquel barrio tan pintoresco, la conversa fue muy buena e interesante, cosa que esperaba y lo cual me hizo tenerle mas agrado. Llegamos y el tenia una gran vista del barrio y parte de la ciudad, nos abrazamos en el frío de la noche y el primer beso llego, fue muy bueno, de esos que lo hacen erizar todo, y con todo me refiero a todo! Como no estaba en romanticismo y no quería caer en eso, puse mis manos a la obra, la ropa sobro, para hacer esto menos gráfico les resumo: La ropa se fue en un parpadeo, me lleve una gran sorpresa, de fondo teníamos la ciudad y la buena música de Barrio Latino Paris con baile incluido y como postre mi primer masaje literal (de próstata)... Si hubiese estado en ese estado de romanticismo hediondo quizás me hubiese enamorado profundamente de ese personaje, en lugar de eso cada vez que escucho un ritmo parecido y huelo incienso brota una sonrisa y lubrico un poquito.