jueves, 30 de diciembre de 2010

Un año mas


Como en todo fin de año la gente dice lo mismo, que el año se fue rapidísimo, que las cosas han subido de precio, feliz navidad!, que en enero empiezan dieta o empiezan a ir al gym (yo) y por ultimo Feliz Año nuevo! y con esa frase todo vuelve a la normalidad, las conversaciones vuelven a ser lo mismo, que esta haciendo calor, que frío, que bajo, que subió, va a llover, imagínate que, como te parece que y después a mitad de año uyy como va de rápido el año, después halloween y de nuevo diciembre y vuelve y juega la ruleta.

El hecho es que no son los años los que pasan rápido, es la vida que esta pasando en frente de uno y uno nada mas quejándose del clima y los precios y proponiéndose cosas cada fin de año que ni va a cumplir y aparte de todo a mitad de año ya ni se acuerda de que se había propuesto para el año nuevo que ya no es tan nuevo y todo queda así.

Por estos días también todos andan contando lo bien que les fue, lo que si lograron y lo que no lograron lo cuentan como un propósito para el año que va a comenzar. Yo nunca suelo hacer lista de propósitos o deseos para el año entrante, eso si el 31 unos minutos antes de las 12 y de que acabe ese año y comience el nuevo estoy con 12 uvas, pensando a mil por hora "propósitos" y deseos, los primeros que se me vienen a la cabeza, y pasando con champaña y cinco minutos después de las 12, cinco minutos del nuevo año y puff todos esos propósitos y deseos quedaron en el año viejo y hasta el 31 de diciembre de ese nuevo año no vuelvo a pensar en propósitos y deseos.

Este año decidí hacer la excepción y hacer una lista de propósitos para el año nuevo, eso si no pienso quemar esa lista como es la tradición porque estaría en las mismas, se que se me olvidarían, mas bien voy a enmarcar esa lista y la cuelgo al frente de mi cama, cosa que desde que abra los ojos lo primero que vea sean esos propósitos, propósitos que si pensé con cuidado y no mientras me atragantaba con uvas y me ahogaba con champaña, propósitos que si lo pienso bien se que voy a cumplir y que la noche vieja del año que viene pueda decir cumplí todos mis propósitos de este año y ahora si quemare esta lista y enmarcare una nueva, lo convertiré en mi tradición y pues esperemos a ver como me va...

Mientras tanto les deseo un muy feliz año nuevo, lleno de prosperidad y de lo que uds quieran en su vida y no solo para un año. Que no se atraganten con uvas, mientras desean las primeras bobadas que se les viene a la mente y que brinden con champaña, agua ardiente, vino, ron, whisky, mamajuana, cerveza o con lo que prefieran, brinden con amigos, familiares, por ellos, por nosotros, por todos, que hagan el amor y no la guerra, que tengan mas sexo, que viajen, gasten y suban los sueldos y que en este año que esta a punto de comenzar sean cada día mas y mas felices.



jueves, 16 de diciembre de 2010

Correr hablar besar


Todo comenzó con una mirada, yo dando vueltas caminando en el parque, el dando vueltas trotando en sentido contrario al mio, las miradas se cruzaban cada vez que pasábamos uno al lado del otro. El tiempo paso y no lo volví a ver.

Iba corriendo, iba 30 minutos tarde, nuestras miradas se volvieron a cruzar por cosas del destino, ya no era en el parque, esta vez fue en una concurrida avenida de la ciudad, entre todas las miradas que se pudieron cruzar fueron las nuestras las que se toparon, levantamos las cejas y yo seguí corriendo. Dos cuadras después oigo que me llaman con un hey! voltee a ver y ahí estaba esa mirada otra vez, sus ojos me lo decían todo, me detuve y ocurrió nuestra primera charla, fue rápida, el tiempo corría lento, pero yo quería salir corriendo, intercambio de números telefónicos y seguí corriendo.

Después de dos llamadas nos volvimos a ver en el parque, caminamos y hablamos, típica charla cuando recién conoces a alguien, al final con la mirada sabíamos que nos gustábamos, oscureció y el parque quedo solo, pasábamos debajo de un puente y nuestras bocas se acercaron, no hubo miradas solo sentimos nuestros labios tocarse, los cuerpos rozaron.

Correr se convirtió en la excusa, hablar en nuestro pasatiempo y besar en nuestra razón, pasaban los días y esa se convirtió en nuestra rutina, en nuestra relación. Nos acostumbramos rápido, pensamos que podíamos avanzar y dejar de dar vueltas en circulo en nuestro parque.

Nos equivocamos, ese era el destino de nuestra relación, esos eran los tres pilares en los que se basaba, no lo podíamos cambiar. Lo intentamos y no funciono, fuera del parque nuestras vidas nos llevaban en direcciones contrarias, los caminos solo se cruzaban en nuestro sitio debajo del puente en el parque. Al final quizás solo nos quede caminar y hablar.